‘Capitalismo: Una historia de amor’ (‘Capitalism: A Love Story’)

‘Capitalismo: Una historia de amor’ (‘Capitalism: A Love Story’) es el último documental deMichael Moore, donde el cineasta hace un repaso a la historia económica de EE. UU. desde que era pequeño, y se cumplía la abundancia que se nos ha vendido siempre sobre ese país, hasta la crisis actual.

El film tiene muchos momentos o aspectos a su favor y, en general, recibe una valoración positiva. En la parte favorable incluiré lo satisfactorio que resulta ver cómo unos ciudadanos que están acostumbrados a permitir las opresiones sin hacer nada al respecto aprenden que deben —o mejor aún: que pueden— protestar. Se disfruta, asimismo, el humor de algunos momentos, de los cuales, el vídeo sobre Cleveland es el más gracioso. Y es tan chocante como indignante conocer algunos detalles de su sistema que no se sabían, como los seguros de vida que las empresas hacen sobre sus empleados.

No encuentro que haya el mismo acierto cuando se trata de la claridad de su discurso. Se me antoja disperso y carente de las suficientes explicaciones como para convencer. De los temas sociales se puede hablar sin tanta preparación, pero para discutir sobre economía al nivel al que lo hace Moore quizá sería preferible ser economista o tener alguna base. En el documental se insiste en que “El Capitalismo es malo”, “El capitalismo es malvado”, “El capitalismo es el mal“… pero no se demuestra que lo sea. Sí se demuestra, por supuesto, que el Capitalismo ha fallado, que algunos han hecho trampa con respecto a él. Y eso ya me parecería una conclusión suficiente: se rechazaban otros sistemas porque permitían una fácil corrupción de sus líderes, pero éste también conlleva esos problemas y otros. Lo que resulta fallido, por tanto, no es lo que no demuestra en la película, sino el empeñarse en afirmar algo que no es lo que está planteando de verdad.

http://www.peliculasid.com/peliculas/capitalism-a-love-story.html

«Capitalism» is not just Moore’s latest documentary, it is, as the filmmaker himself has said, «the movie I’ve been making for the past 20 years.» He lays the ills of American society that he’s chronicled over all that time at the feet of an out-of-control free-market system he so detests that he puts priests on camera to talk about capitalism as morally evil.

Clearly, Moore has not lost his provocateur’s gift for stirring the pot, and it is heartening to have a filmmaker take on a subject this all-encompassing and almost taboo. But not even Moore’s skill can quell the suspicion that «Capitalism» misses the narrower focus that gave his earlier films some of their punch.

In a sense, «Capitalism» comes by its wide-ranging, scattershot approach naturally. After all, this is a heck of a big subject: Just ask Karl Marx, who spent 18 years researching and writing his multi-volume «Das Kapital.» So it’s perhaps inevitable because of the ton of territory «Capitalism» covers that this film ends up as the sum of its parts, nothing more.

That said, Moore’s scattershot is a lot more interesting than some filmmakers’ focus, and many of those individual parts are classic. For one thing, Moore retains the instincts of a shrewd stand-up comedian — the astonished, baffled looks he often wears are a case in point, as is his decision to include under the rubric of «When did Jesus become a capitalist?» the dubbing of a section of a biblical epic with free-market platitudes.

And Moore has not lost his zest for confrontational antics. He asks New York financial workers to explain derivatives, drives an armored car up to AIG corporate headquarters and demands the company return federal bailout funds, even surrounds all of Wall Street with yellow «crime scene» tape to emphasize his low opinion of the area’s activities.